Atención excepcional en el corazón de Vigo

La atención de Elena fue fenomenal. Siempre estuvo dispuesta a ayudar y hacer que me sintiera como en casa. La habitación era espaciosa y muy limpia, ideal para descansar después de recorrer la ciudad.

Sin embargo, la falta de insonorización fue un inconveniente, ya que se escuchaban ruidos del pasillo. noté que el baño era un poco pequeño, lo que podría ser incómodo para algunos.

Directo al grano, sin tonterías

Alojamiento muy acogedor y limpio. La atención de Elena fue excepcional, me ayudó a cambiar de habitación por error. La decoración minimalista y la cama grande son un plus. Además, la ubicación es magnífica, justo en el centro y con una cafetería deliciosa enfrente. Sin duda, una gran opción en la ciudad.

La atención de Elena fue excepcional, siempre dispuesta a ayudarme con cualquier consulta y asegurándose de que mi estancia fuera cómoda.

La falta de insonorización en las habitaciones hizo que los ruidos de otras estancias fueran bastante molestos, especialmente por las mañanas.

Inmejorable atención de Elena.

La limpieza era impecable y el ambiente me pareció acogedor. Los detalles decorativos minimalistas realmente aportaban frescura al lugar, creando un espacio cómodo y tranquilo para descansar después de un día explorando la ciudad.

Un hervidor eléctrico en la habitación sería útil.

cerca de los mejores lugares para pasear y visitar en vigo

Me encantó que estuviera tan cerca de la iglesia Santa María a solo un paseo de 15 minutos, y además el hermoso Castro Fort fue otra descubierta emocionante en mis caminatas por la ciudad. el lugar es muy tranquilo y aunque la decoración es minimalista, la limpieza y los pequeños detalles realmente destacan en la experiencia.

la limpieza es impecable y destaca un agradable ambiente silencioso. el olor a moho era muy molesto.

La habitación era muy limpia aunque un poco pequeña.

A pesar de la limpieza, los ruidos de otras habitaciones eran realmente molestos y perturbaron mi descanso. Además, el servicio de desayuno dejó mucho que desear, ya que la máquina de café no funcionaba bien, lo que hizo que comenzara mis mañanas de mal humor. La falta de insonorización hizo que cada sonido se sintiera intensamente, convirtiendo mi experiencia en una pesadilla.

La conexión WiFi en Lar Atlántica es más rápida que un rayo, ideal para compartir fotos de mis aventuras en Vigo. Además, cada habitación tiene un baño privado con una cantidad de artículos de tocador que harían sonrojar a cualquier tienda de belleza, ¡sin mencionar el secador de pelo que hizo milagros con mis cabellos rebeldes!

Espacio reducido

La atención de Elena fue excepcional. Me ayudó a cambiar de habitación cuando cometí un error en la reserva. Todo estaba muy limpio y decorado con un estilo minimalista. La habitación era cómoda con una cama amplia. A solo unos pasos hay una cafetería muy acogedora para desayunar. Sin embargo, la habitación era un poco pequeña y la falta de televisión me sorprendió. Además, el bar para colgar la ropa estaba roto y el secador de pelo no tenía boquilla. Lo peor fue el olor a moho que había en la habitación, era difícil soportarlo y me afectó el bienestar. A pesar de eso, la ubicación era ideal para moverme por la ciudad sin necesidad de coche.

Pasé una semana en Lar Atlántica y la experiencia fue encantadora. La limpieza impecable y la atención de Elena fue excepcional, siempre dispuesta a ayudarme. La cama, muy cómoda, me permitió descansar bien, aunque el ruido de las llaves al amanecer fue algo molesto. En general, un lugar recomendable.

Atención increíble y buena ubicación

El lugar es muy limpio y acogedor. La cama era cómoda, ideal para descansar. Elena fue super amable y me ayudó cuando olvidé mi collar, ¡un 10! La terraza con neverita es genial para guardar snacks. Solo que a veces se escuchaban ruidos del pasillo, un poco molesto al amanecer.

La habitación era perfecta, súper limpia y muy cómoda. La ubicación es ideal, cerca de todo. La terraza con neverita es un hit para un snack rápido.

El baño es tan pequeño que podría ahogarse una muñeca, ¡y eso que no traje a Barbie!

El alojamiento tiene una decoración minimalista encantadora y siempre está super limpio. Sin embargo, la falta de insonorización es un problema, ya que se escuchan ruidos del pasillo y las habitaciones vecinas. La atención fue buena, pero el baño era demasiado pequeño para mayor comodidad. Para desayunar hay opciones agradables, aunque el café podría mejorar.

La conexión Wi-Fi es rapidísima. Ojalá tuviésemos un hervidor eléctrico en la habitación.